INTRODUCCIÓN
Durante el periodo de embarazo las necesidades nutricionales aumentan a la vez
para soportar el desarrollo rápido del feto y para permitir los cambios que
ocurren al cuerpo de la mujer durante este periodo. A lo largo del embarazo, se
recomienda tomar más vitaminas y minerales que los que se recomiendan antes del
mismo. Por ejemplo, la recomendación en cuanto a ácido fólico es más del doble
y la recomendación de calcio es del 50 % más durante el embarazo.
¿Cómo puedes conseguir este aumento de necesidades siguiendo una dieta
vegana? Varios estudios realizados en Farm (una comunidad donde la dieta vegana
forma parte de un estilo de vida socialmente responsable) demostró que las
mujeres veganas pueden tener embarazos saludables y que estos niños pueden seguir
con toda seguridad una dieta vegana. Éste artículo revisará las necesidades
nutricionales durante el embarazo y describirá cómo una dieta vegana se puede
adaptar para conseguir superar dichas necesidades.
A pesar de que las recomendaciones sobre muchas vitaminas y minerales
son mayores durante el embarazo, el aumento en necesidad de calorías es
relativamente bajo. Por estas razones, todas las mujeres embarazadas deberán
llevar cuidado y atención para asegurarse de que cubren todas sus necesidades
nutricionales.
PREGUNTAS QUE TIENES QUE HACERTE
Si estás embarazada de poco tiempo o quieres quedarte embarazada, deténte un
momento y plantéate algunas preguntas. Tus respuestas a estas preguntas
afectarán a algunas elecciones que deberás hacer en relación con la dieta y el
estilo de vida durante el embarazo.
1. ¿Cuál es tu peso antes del embarazo? ¿Cuánto mides?
Tus respuestas a estas preguntas indican si tienes falta o exceso de
peso. Para determinar esto, utiliza la tabla 1 para calcular tu índice de masa corporal
(BMI) y el cociente peso/altura. Si tienes un BMI moderado, se recomienda
durante el embarazo un aumento de peso de 11-16 kilos. Si tu BMI es bajo o muy
bajo, deberás ganar más peso, entre 13 y 18 kilos. Si tu BMI es alto o muy
alto, deberás ganar 7 kilos por lo menos.
TABLA 1: ÍNDICE DE LA MASA CORPORAL
Primer paso:
Pésate antes de quedarte embarazada (peso en kilos) y divídelo por tu altura
(en metros) al cuadrado.
Segundo paso:
Utiliza tu BMI para encontrar tu cociente peso/altura antes del embarazo y el
peso que deberías aumentar durante el mismo.
BMI
|
Peso / Altura
|
Aumento de peso recomendado
(en kilos) |
Inferior a 20.6
|
Bajo
|
13-18
|
20.6 a 27
|
Mediano
|
11-16
|
27 a 30.2
|
Alto
|
7-11
|
Más de 30.2
|
Muy alto
|
No inferior a 7
|
Los modelos de aumento de peso son diferentes para cada mujer. Sin embargo, la
tendencia general es tener un ligero aumento de peso durante las primeras doce
semanas. Después, durante el segundo y el tercer trimestre el aumento de peso
suele ser de medio kilo semanal. Si estás ganando peso muy despacio o no estás
ganando nada, necesitas comer más. A lo mejor te ayudará comer más a menudo o
comer alimentos altos en grasa y bajos en fibra. Si tu aumento de peso es
elevado considera los diferentes tipos de alimentos que estás comiendo. Si
comes muchas golosinas o comidas grasas, reemplázalas por frutas, verduras,
semillas y legumbres. Si tu dieta es saludable intenta hacer más ejercicio,
camina o nada todos los días por ejemplo. Evidentemente, deberías consultar la
tabla de ejercicios con tu médico. Recuerda, cada mujer, y especialmente, cada
embarazo, es diferente en cuanto al aumento de peso.
Con el fin de alcanzar el aumento de peso recomendado, necesitas unas 300
calorías más de lo normal durante el segundo y tercer trimestre. Durante los
tres primeros meses del embarazo el aumento en necesidad de calorías es pequeño
o nulo. 3oo calorías es un aumento bastante pequeño comparando con los
previstos para otros nutrientes, por consiguiente es importante utilizar estas
calorías sabiamente. En otras palabras, en lugar de beber dos latas de
refrescos (300 calorías pero sin aporte nutricional) podrías comer en su lugar
300 calorías en frutas y verduras y conseguir tus necesidades en vitaminas y
minerales.
Tu mejor guía para saber cuánto debes comer es tu propio cuerpo. Si
seleccionas alimentos saludables, haces ejercicio moderado y comes
regularmente, tus deseos te indicarán cuándo y cuánto tendrás que comer.
2. ¿Cuáles son tus hábitos? ¿Por ejemplo, te saltas el desayuno y la
comida y tomas una buena cena o picas durante todo el día?
Para contestar a la pregunta 2, te vamos a ofrecer varias ideas para
adaptar tu forma de comer con el fin de asegurarte que comes bastante. Si
sueles saltarte el desayuno y/o almuerzo, resulta difícil o imposible comer los
alimentos necesarios en una o dos comidas para alcanzar tus necesidades.
Además, los bebés no se desarrollan muy bien con ayunos de cualquier duración.
Muchas mujeres se encuentran mejor si hacen pequeñas y frecuentes comidas
especialmente durante los últimos meses de embarazo cuando parece que falta
suficiente espacio para la comida. Es especialmente cierto para las mujeres
veganas ya que su dieta elevada en fibra y volumen hace que sea difícil comer
mucho cada vez. Tomar comidas pequeñas y frecuentes puede también ayudarte en
caso de aumento lento de peso. No te preocupes por tener que preparar 6 comidas
al día. Una comida puede ser tan sencilla como un bol de cereales, yogur de
soja con fruta, mantequilla de cacahuete y galletas, o almendras y pasas.
3. ¿Qué tal es tu dieta? ¿Comes cereales, legumbres, frutas y verduras
diariamente?
La respuesta a la pregunta 3 nos puede ayudar a saber si tu dieta actual cumple
con las recomendaciones nutricionales para el embarazo.
Las más recientes recomendaciones para las necesidades en proteínas
durante el embarazo son más bajas que las anteriores. La cantidad diaria
recomendada (CDR) actual en proteínas durante el embarazo es de 60 g. por día.
Son 10 g. por encima de la recomendada para una mujer que no esté embarazada
con una edad comprendida entre 25 y 50 años y 14 g. por encima de la
recomendada para mujeres entre 19-24 años no embarazadas. Si tu dieta es
variada y contiene buenas fuentes de proteínas como productos de soja, legumbres
y cereales, puedes estar tranquila y no preocuparte en tener suficientes
proteínas durante el embarazo. Otra forma para conseguir entre 10 y 15 g. de
proteínas dentro de las 300 calorías extras es: 2 tazas de leche de soja, 9
onzas de tofu, 3 onzas de tempeh, 1 taza de legumbres cocidas. Esto además de
las proteínas que sueles tomar en tu dieta. Asegurándote de que ingieres
suficientes calorías te garantizas que las proteínas complementarias se
utilizan para la síntesis de tejidos y no para cubrir las necesidades
energéticas.
Otros elementos importantes durante el embarazo son el calcio, vitamina
D, hierro, vitamina B12, zinc y ácido fólico.
El calcio, así como la vitamina D, son necesarios para el desarrollo de
los huesos y de los dientes. La absorción del calcio durante el embarazo es
elevada; si tu dieta es ligeramente baja en calcio, tu cuerpo automáticamente
compensará esto. Durante el embarazo hay pocos casos de descalcificación de los
huesos de la madre y no se conocen efectos negativos en dietas bajas en calcio
durante el embarazo. Sin embargo, ya que un consumo bajo de calcio no es
recomendable en los años de formación de masa ósea, se recomienda un consumo de
1.200 mg. por día para mujeres menores de 25 años. Un consumo entre 600 y 1.200
mg. por día se recomienda para mujeres de 25 años o más. Las mujeres veganas
necesitan menos calcio que las omnívoras, ya que la dieta vegana acarrea una
pérdida menor de calcio por tratarse una dieta menos proteínica.
Durante el embarazo, se recomienda comer diariamente 4 ó más raciones
ricas en calcio. Algunas ideas pueden ser: alimentos con hojas verdes, tofu, y
melazas. Prueba unas tostadas con tahin, o higos. Cocina verduras con hojas
verdes (espinacas, col, etc.) para un plato rico en calcio. Los suplementos de
calcio son también otra alternativa cuando no tienes apetito o no tienes el
tiempo de preparar la comida. Sin embargo, debes saber que los suplementos de
calcio pueden causar estreñimiento.
La vitamina D procede de la exposición al sol, no se suele encontrar en
los alimentos ingeridos por los veganos. Las mujeres veganas embarazadas tienen
que tomar el sol de verano entre 20 y 30 minutos exponiendo sus manos y su cara
2 ó 3 veces a la semana. Sólo tomarás suplementos de vitamina D con la aprobación
de tu médico, ya que el exceso de vitamina D es tóxico y puede provocar
malformaciones del feto.
Las mujeres veganas embarazadas que viven en las
latitudes del norte en invierno (debido a una reducción de la intensidad del
sol) y aquellas que se exponen muy poco al sol (por ejemplo aquellas que
trabajan encerradas durante las horas diurnas) deberían buscar un aporte
suplementario de vitamina D.
Durante el embarazo se necesita un suplemento de hierro para
proporcionar un aumento de volumen a la sangre materna y para la formación de
la sangre del bebé. Si la madre no tiene suficiente hierro en su dieta,
utilizará sus reservas y podría sufrir una anemia. La CDR de hierro durante el
embarazo es de 30 mg. por día, cosa que resulta difícil (pero no imposible)
conseguir en ninguna dieta. Si crees que no puedes tener suficiente hierro sólo
con la dieta, deberías pues pensar en tomar algún suplemento de hierro en
pequeñas dosis.
También, si posees un historial anémico, tus reservas estarán
bajas, por lo que necesitarás más de 30 mg. de hierro al día. El suplemento de
hierro deberás tomarlo sólo en combinación con una buena dieta. Una elevada
dosis de hierro interfiere con la absorción de zinc y cobre, y debe evitarse si
es posible.
La necesidad de vitamina B12 es mayor durante el embarazo ya que tiene
un papel importante en la síntesis de los tejidos. Si tienes la intención de
amamantar también necesitarás asegurarte de que tienes bastantes reservas para
que la vitamina B12 en tu leche cubra las necesidades de tu hijo. La levadura
nutricional es una de las mayores fuentes de esta vitamina. La CDR de B12
durante el periodo del embarazo es de 2.2 microgramos por día, pero como se
almacena, se puede consumir levadura más a la larga. Existen otras fuentes de
vitamina B12 como la leche de soja enriquecida (comprueba su composición en la
etiqueta), o las carnes vegetales enriquecidas, o los suplementos vitamínicos.
El zinc es un mineral necesario para el crecimiento y desarrollo. En
efecto, las recomendaciones en zinc durante el embarazo son dos veces mayores a
las necesidades de una mujer que no está embarazada. Buenas fuentes de zinc se
encuentran en granos y frutos secos. El ácido fólico también es otro elemento
cuyas necesidades aumentan durante el embarazo. Las verduras de hojas verdes
son una fuente rica de ácido fólico para veganas. Otras buenas fuentes son los
cereales integrales, frutos secos, legumbres y naranjas.
4. ¿Sueles tomar alcohol a menudo? ¿Fumas? ¿Tomas cafeína?
Tomar alcohol durante el embarazo puede provocar al feto el síndrome de
alcoholismo, entorpeciendo su desarrollo físico y mental. Incluso se estima que
1 ó 2 vasos de alcohol acarrean mayores riesgos de abortos espontáneos y peso
bajo del bebé al nacer. Basándonos en lo conocido, la recomendación actual para
una mujer embarazada es evitar beber alcohol. Fumar cigarrillos también es
causa de bebés con peso bajo al nacer, provocando de este modo grandes
posibilidades de que el niño tenga problemas de salud. También se debería
evitar fumar durante el embarazo.
La cafeína es más polémica. Un gran consumo, en algunos casos, ha sido
asociado con diversos problemas en el embarazo. La cafeína no aparece en la
sangre del feto con la misma concentración como en la de la madre. Pero limitar
o evitar bebidas con cafeína como el café, el té o la coca-cola es lo más
prudente.
5. ¿Cuántos años tienes?
Si eres una adolescente, necesitarás más alimentos para tu propio
crecimiento mientras estés embarazada. Deberás llevar especial cuidado en
cuanto a la calidad de los alimentos, tener un aumento de peso adecuado (más de
12 kilos) y vigilar la posibilidad de un parto prematuro.
Malestar por las mañanas
Sentir malestar por la mañana es una queja muy común, especialmente al
principio del embarazo. Cada mujer posee sus métodos para controlar las
nauseas. Prueba estas sugerencias, a ver cuáles te ayudan:
- Haz 5 ó 6 pequeñas comidas
al día. Intenta comer algo cada pocas horas, porque puedes sentirte mal
cuando en realidad tienes hambre.
- Evita los alimentos grasos o
fritos, que son más difíciles de digerir.
- Si con el olor de la comida
te sientes mareada, pídele a otra persona que cocine mientras estás fuera
de casa o intenta hacer comidas frías como bocadillos, cereales, yogur de
soja, galletas con mantequilla de nueces o de semillas, o fruta.
- No te tumbes después de
comer.
- Deja cerca de tu cama
galletas o cereales y come un poco si te despiertas por la noche o pronto
por la mañana.
- Procura hacer mezclas como
puré de patatas con verduras troceadas, o arroz con verduras ya que las
comidas almidonadas son más apetitosas que las verduras.
- Bebe zumos, agua, batidos de
fruta, leche de soja o caldo de miso si no puedes comer alimentos sólidos.
Intenta comer siempre que puedas.
El estreñimiento también es una queja común. Suele pasar debido a los cambios
hormonales asociados al embarazo y se empeora con los suplementos de hierro o
de calcio. Las mujeres veganas no suelen tener este problema ya que existe una
cantidad muy alta de fibra natural en su dieta. Si es un problema para ti, bebe
muchos líquidos, camina todos los días, toma frutas secas como pasas y prunas
(también son fuente de hierro) y come fruta, verdura y cereales integrales.
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