RIIINNNGGGG!!!!!!!!!
Suena el despertador y el cerebro
empieza a preocuparse:
"Ya hay que levantarse y nos
comimos todo el combustible'"..............
Llama a la primera neurona que
tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la
sangre. Desde la sangre le responden:' Aquí hay azúcar para unos 15 a 20
minutos, nada más'.
El cerebro hace un gesto de duda,
y le dice a la neurona mensajera: 'De acuerdo, vayan hablando con el hígado a
ver qué tiene en reserva'. En el hígado consultan la cuenta de ahorros y
responden que 'a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos'.
En total no hay sino cerca de 290
gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el
cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre
desayunar.
Si estamos apurados o nos resulta
insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en
emergencia: 'Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico.
Cortisona, hija, saque lo que
pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de
la piel'. La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se
abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas
pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso
continuará hasta que volvamos a comer.
Como se ve, quien cree que no
desayuna se está engañando: Se come sus propios músculos, se auto devora. La
consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de
ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema
de emergencia para obtener combustible y alimento.
¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al
comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro
energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el
ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas
restrictivas más severas.
Por eso, si la persona decide
luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el
almacén de 'grasa de reserva' y la persona engordará.
La razón de que los músculos sean
los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se
debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula
la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.
Fuente:
Dra. Daniela Jakubowicz
(Endocrinólogo)
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